La ópera es una de las manifestaciones socioculturales y artísticas más completas de las artes escénicas. Cuenta con cuatro elementos indispensables: una historia, una composición musical, actores/cantantes y una escenografía.
Cada representación operística es una inmersión total en un mundo donde la música y la dramatización se entrelazan para contar historias profundas y emotivas. Al igual que cualquier obra de teatro o danza, una ópera está estructurada en diversas partes, cada una con sus propias escenas, decorados y contextos que guían al público a través de la narrativa.
Estas secciones no solo ayudan a situar a los espectadores en el momento preciso de la trama, sino que también son esenciales para transmitir el desarrollo emocional y dramático de los personajes. En otras palabras, las distintas partes de una ópera forman el hilo conductor que mantiene la coherencia de la historia y permite que la acción fluya.
Las partes más importantes de la ópera
La obertura: introducción musical de la ópera
Como su propio nombre indica se trata de una pieza instrumental breve que precede a la ópera. Empieza a interpretarse cuando el telón está todavía cerrado y se abre en el transcurso de la obertura dando al espectador su primera toma de contacto con el escenario.
Su función principal es la de informar al espectador de que la representación va a tener lugar. Esta parte de la obra introduce musicalmente el tenor de la obra, los elementos esenciales de la trama, así como rasgos destacados del carácter de los personajes que intervienen en la obra. En algunos casos, también se representa mediante composiciones musicales el camino hacia la primera escena, estableciendo el perfil emocional de la pieza que sigue.
Los recitativos
Los recitativos son la parte de la ópera donde los personajes interpretan melodías casi recitadas acompañadas de una melodía comúnmente ejecutada por un instrumento de teclado. Estos fragmentos hacen referencia a los momentos en los que los personajes deberían hablar, para desarrollar la parte dramática.
Son partes interpretadas por solistas que cumplen una función muy importante en la obra ya que facilitan la progresión de la trama. Además, también permiten una mayor expresión de los estados emocionales y psicológicos de los personajes.
Existen dos tipos de recitativo: Secco o Accompagnato. El recitativo secco, de ornamentación más natural, se caracteriza por su simplicidad musical, empleando únicamente un bajo continuo para el acompañamiento de esta parte de la obra, que generalmente se utiliza un clavecín o un violonchelo. Este tipo de recitativo transmite el texto de manera más clara y directa, facilitando la comprensión de la acción dramática.
Por otro lado, el recitativo accompagnato o recitativo con acompañamiento, implica un respaldo orquestal más elaborado, lo cual añade una dimensión emocional y dramática más profunda a la escena y a los personajes que lo interpretan. Esta tipología de recitativo se utiliza en momentos de mayor intensidad, donde la orquesta ayuda a ensalzar las emociones y situaciones que están viviendo los personajes. A diferencia del recitativo secco, el accompagnato tiende a ser más estructurado en su ritmo, creando una cohesión entre la orquesta y el solista.
Las arias
El aria es una pieza musical esencial en la ópera, diseñada para ser interpretada por una voz solista y acompañada de una orquesta. Su principal función es permitir que el cantante exprese los sentimientos y pensamientos más profundos del personaje, creando momentos de gran intensidad dramática.
Además, el aria contribuye al desarrollo del personaje y ofrece una oportunidad para que el cantante demuestre al público su virtuosismo vocal. Este componente no solo enriquece la narrativa de la ópera, sino que también proporciona a la audiencia una experiencia emocional y reflexiva.
Las arias son posiblemente las partes más importantes de la ópera, por lo menos las más deseadas por el público. Realizados por solistas, la acción se para y toda la atención la recibe la voz del cantante utilizada para expresar sus sentimientos. Esta sección es puramente melódica, contiene menos texto y está acompañada por la orquesta, a menudo con solos instrumentales, repeticiones y otros recursos musicales.
También merecen ser destacadas los coros, los interludios y los actos como partes intrínsecas de la obra operística. Además de diferenciar distintas escenas de la ópera, cada uno juega un papel importante:
- El coro son fragmentos cantados por un grupo de personas que interpretan una pieza musical con sus voces de manera coordinada y dirigida.
- Los interludios son secciones instrumentales utilizadas para cambiar el escenario, dar comienzo a un nuevo acto o cualquier situación que contemple el libreto. En otras palabras, podrían considerarse el guión de la ópera.
- Los actos son la manera de clasificar las escenas en las que se divide la ópera.
Una ópera comienza con una obertura, sigue con una sucesión de recitativos y arias, intercalando coros, danzas y otras partes diferentes de la ópera. Se divide en varios actos, cada uno de ellos con diferentes decorados.
Disfruta de las distintas partes de una ópera en el Teatro Real
Ahora que ya conoces cuáles son las partes de una ópera, ¿crees que podrías diferenciarlas? Entender una ópera es fundamental para comprender su significado y disfrutar plenamente de este género. Te invitamos a presenciar los grandes clásicos de la ópera en el Teatro Real de Madrid, donde los mejores compositores de todos los tiempos tienen su hueco en nuestro escenario.
En el Teatro Real podrás escuchar las arias más famosas de la historia de la ópera. En esta temporada 2024 - 2025 podremos disfrutar de grandes clásicos de la ópera, títulos nunca antes vistos en nuestros escenarios. Entre los que destacan Adriana Lecouvreur; David et Jonathas, la obra maestra de Charpentier y Theodora, la versión escénica de estilo barroco de Händel que llega a España por primera vez. Visítanos y déjate llevar por las emociones que solo la ópera es capaz de despertar.