- 1. Aunque Mozart estrenara la partitura en Milán en 1772, con apenas 16 años, el joven compositor venía escribiendo obras escénico-musicales de diferentes formatos desde los 11 años y Lucio Silla era ya la tercera ópera que presentaba con éxito en Italia, después de Mitridate, rè di Ponto y Ascanio in Alba.
- 2. Siguiendo la estela de la ópera seria dieciochesca, el libreto se inspira en las hazañas de un personaje de la Antigüedad clásica, sin atender a ningún rigor histórico. El libreto que corre a cargo de Giovanni de Gamerra, poeta del Teatro Regio Ducal de Milán, logró aportar temporalmente sus propias ideas a los libretos de ópera.
- 3. Musicalmente la ópera se amolda a los cánones rígidos de la opera seria, en que se alternan arias y recitativos, con algunos maravillosos números de conjunto e interludios orquestales. Pero el genio de Mozart logra imprimir a cada escena una atmósfera única, con grandes contrastes, líneas de canto de conmovedor aliento dramático y una orquesta cada vez más autónoma en la expresión dramatúrgica de los personajes.
- 4. La composición de las arias y acompañamientos, Mozart la aborda sobre el terreno. Las costumbres del momento exigían escribir directamente para los cantantes. Pero cuando Mozart llega a Milán, sólo estaban presentes dos: la soprano Felicita Suardi, que iba a encarnar a Cinna, y el segundo tenor, Giuseppe Onofrio, que daba voz a Aufidio, tribuno y amigo de Silla. Era imposible por ello empezar la composición de la ópera. De ahí que en esos primeros días Mozart se centrara en la composición para el secondo uomo, Cinna, de una pirotécnica primera aria: «Vieni ov’ amor t’invita».
- 5. La cosa se animó con la llegada de la prima donna Anna de Amicis y del primo uomo, el castrato Venanzio Rauzzini, para quién más tarde compondría el célebre motete Exsultate, jubilate en 1773. Mozart ya conocía bien las posibilidades de la voz de Anna de Amicis, con quien había trabajado previamente, escribiendo para ella, en palabras de Leopold Mozart, «pasajes inusuales, absolutamente únicos y extremadamente difíciles, que canta extraordinariamente bien».
- 6. La sustitución en las semanas previas al estreno del tenor protagonista Arcangelo Cortoni por otro de mucho menor categoría, Bassano Morgnoni, obligó al compositor a adaptar ese rol a las nuevas circunstancias, simplificando su línea vocal y desposeyendo el personaje de la importancia que debería tener el papel titular. Dado que el nuevo tenor no podía expresar con su voz lo que el personaje requería, Mozart toma la decisión de dar el peso dramático a la orquesta en las intervenciones de Silla, dando así un paso de gigante en la historia de la ópera.
- 7. El estreno el 26 de diciembre de 1772 no estuvo falto de incidentes: el telón se levantó con un retraso de tres horas, porque el archiduque se había demorado en un almuerzo demasiado largo; el poco experimentado tenor que encarnaba a Lucio Silla sobreactuó preso de los nervios, provocando la risa de los asistentes, y el favoritismo de la archiduquesa por el castrato provocó un ataque de celos en la prima donna De Amicis, que fue agasajada con una audiencia privada de una hora al día siguiente para apaciguar la situación.
- 8. Leopoldo Mozart, relata así lo ocurrido en el estreno en una carta enviada a Salzburgo: «el tenor que tuvimos que contratar por necesidad es un cantante eclesiástico de Lodi que nunca había actuado en un teatro tan respetable y que en esta población solo había sido presentado como primo tenore un par de veces, comprometiéndose finalmente solo ocho días antes de la ópera. Este, de quien la prima donna debía esperar en su primera aria una reacción colérica, actuó tan exageradamente que parecía como si quisiera darle una bofetada y un puñetazo en la nariz, provocando la risa entre el público. En el fragor de su canto, la signora De Amicis no percibió de inmediato el motivo de la risa del público, consternándose por ello, y al no saber al principio de quién se reían no cantó demasiado bien en esta primera velada.»
- 9. El Lucio Silla de Mozart –en palabras de Nikolaus Harnoncourt– es una increíble y fascinante mezcla de antiguas tradiciones y genio innovador, una opera seria donde existe un gran patetismo y una gran bravura, aunque siempre en un sentido muy marcado por el texto.
- 10. A pesar de su evidente éxito, con 26 representaciones que tuvieron una gran aceptación del público, Lucio Silla fue el último encargo de ópera que Mozart recibió en Italia, el país de sus ambiciones operísticas.
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10 cosas que debes saber sobre 'Lucio Silla'
"La partitura es tremenda, por su exigencia de virtuosismo a los solistas. Algunas de sus arias se cuentan entre las más difíciles que se han escrito en toda la historia de la música.” Joan Matabosch