- Un grupo minoritario de espectadores obliga a suspender la función de Un ballo in maschera, pese a que se cumplían todas las normas vigentes.
El 20 de septiembre, antes del inicio de la función de Un ballo in maschera, en la que había 905 localidades ocupadas (51,5% del aforo total de la sala), un grupo de espectadores ha expresado con aplausos y gritos su disconformidad con el emplazamiento de sus localidades.
La protesta se ha prolongado pese a los avisos de megafonía que ofrecían a los espectadores la posibilidad de recolocarles o devolverles el importe de las entradas.
Después de la reubicación de una gran parte de los espectadores que protestaban, y de dos intentos de interpretar la ópera por parte del director de orquesta y de todos los artistas y técnicos que participaban en la función, un reducidísimo grupo insistió en proseguir con sus protestas para boicotear la representación, por lo que la misma tuvo que suspenderse, cerca de las 21.10 horas.
La dirección del Teatro Real abrirá una investigación para averiguar esta lamentable incidencia y tomará las medidas necesarias para para que las sucesivas funciones se desarrollen con normalidad.