Madrid, 23 de enero de 2025.- El Teatro Real ofrecerá esta noche la ópera de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) Idomeneo, Rè di Creta interpretada por la Freiburger Barockorchester y el conjunto vocal de la Zürcher Sing Akademie bajo la dirección musical de René Jacobs, especialista en este repertorio, con la propuesta semiescénica de Benoît de Leersnyde.
Mozart debió de alegrarse mucho cuando, a principios de 1780, recibió el encargo de escribir una ópera para el príncipe elector de Múnich, Karl-Theodor. Poco antes, el monarca se había trasladado de Mannheim a Baviera, llevándose consigo a su legendaria orquesta, la Orquesta de la Corte de Mannheim, lo que dio al compositor la oportunidad de contar no sólo con una gran y excelente orquesta, sino también con un ilustre grupo de cantantes.
Articulada a partir de una versión ilustrada y afrancesada del canto XXIV de la Iliada, con el libretista Giovanni Battista Varesco -que no siempre satisfizo a Mozart- la ópera cuenta la historia de Idomeneo, de regreso a Creta después de vencer a los troyanos. Para salvar su vida, amenazada por la furia del mar, promete a Neptuno sacrificar a la primera persona que encuentre en la orilla, que resultará ser su propio hijo Idamante.
La compleja, dolorosa y tensa relación entre padre e hijo, que late a lo largo de toda la ópera, se suele comparar con la que vivía entonces el propio Mozart, que a sus 25 años había dejado Salzburgo y la casa paterna, componiendo gran parte de la partitura en Múnich, lejos del yugo y la protección de su progenitor.
En la partitura late esa libertad y frescura, con una invención melódica desbordante y una orquestación llena de hallazgos y osadías armónicas, pese a encontrase encorsetada entre dos modelos de ópera ─la italiana y la francesa─ que convivían en la Europa convulsa de entonces, en la que Mozart enlaza magistralmente los recitativos, con las arias, números de conjunto y partes corales.
El director de orquesta René Jacobs, meticuloso y concienzudo investigador e historiador, cuenta con Idomeneo entre sus óperas favoritas de Mozart. Su pasión por esta partitura, unida a una orquesta de referencia y a unos extraordinarios solistas, pueden competir fácilmente con la mencionada orquesta de la corte de Mannheim y los cantantes del estreno.