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The Chorus of Teatro Real gets, again, a warm reception from the critics, now for The conquest of Mexico

La conquista de México, singular visión operística sobre el histórico encuentro de Hernán Cortés y Montezuma, escrita en 1992 por el que actualmente es considerado el compositor alemán contemporáneo más importante del momento, Wolfgang Rihm, ha vuelto a traer el reconocimiento de la crítica y el público al Teatro Real. Y es que el espectacular despliegue de la orquesta repartida por diferentes palcos del teatro y el foso, y el brillante papel del Coro Titular del Teatro Real en la obra, han cosechado el aplauso de los más entendidos, que ven en la dirección de Alejo Pérez un excelente trabajo musical. 
Para la producción que veremos en el escenario de la Plaza de Oriente hasta el próximo 19 de noviembre, el maestro argentino ha decidido sustituir la grabación que se viene utilizando desde el estreno de la obra, hace 21 años, por otra nueva con las voces del coro del Teatro Real. La conquista de México incluye música electroacústica y grabada que se incluye en determinados momentos de la representación.
Los miembros del Coro Titular que han participado en esta singular obra, son los siguientes: Sopranos: Debora Abramowicz, Legipsy Álvarez, Rossella Cerioni, Consuelo Garres, Esther González, Cristina Herreras, Jung A Ko, Adela López, Pilar Moráguez, Natalia Pérez, Maira Rodríguez. Mezzosopranos: Oxana Arabadzhieva, Nazaret Cardoso, Rosaida Castillo, Mª Dolores Coll, Paula Iragorri, Celine Kot, Miriam Montero, Carolina Muñoz, Iria Rajal, Florencia Romero. Tenores: Álvaro Andrés, Fernando Campo, César de Frutos, José Alberto García, Alexander González, Gaizka Gurruchaga, Pablo Henares, Enrique Lacárcel, Antonio Magno, José Carlo Marino, Pablo Oliva, Miguel Ángel Ortega, Igor Peral, Carlos Silva, Nauzet Valerón, Álvaro Vallejo. Barítonos-bajos: Rubén Belmonte, Abelardo Cárdenas, Carlos Carzoglio, Vasco Fracanzani, Francisco García, Manuel Lozano, Claudio Malgesini, Elier Muñoz, Ivaylo Ognianov,
Raffaele Pisani, José San Antonio, Luis Fernando Tangarife, Harold Torres e Igor Tsenkman.
 
Rihm logra con su partitura, no sólo la multiplicación espacial de la música, que logra efectos de “canto dentro del canto”, sino también la superposición de planos sonoros gracias al refuerzo de la percusión en la orquesta y al desdoblamiento de las voces en recitadores que se hayan dispersos por la sala. El resultado es una música llena de contrastes impactantes y coloraciones originales que, junto a la hipnótica puesta en escena de Pierre Audi y la brillante escenografía de Alexander Polzin, sumergen al espectador en una atmósfera envolvente y mágica, marco del tortuoso diálogo entre dos culturas diferentes.